TU ESTILO NO IMPORTA

Creo que todos los que nos dedicamos a algún campo creativo nos hemos visto afectados por esta idea de perseguir la búsqueda de un estilo propio como la meta final de todo nuestro trabajo, la parte más importante de lo que hacemos. Tiene bastante sentido que hayamos caído en esto ya que todos queremos ser reconocidos. Queremos destacar y ser recordados. Pero creo que nos estamos equivocando.

El otro día estaba teorizando un poco sobre el tema y llegué a una frase que resume perfectamente lo que pienso. No sé si es una frase que he leído de alguien y mi mente lo ha olvidado o es un razonamiento lógico que ha hecho mi cabeza. 

El estilo tiene que ser siempre una consecuencia, nunca un propósito.

Como yo lo veo, el estilo no puede ser la meta que alcanzar. No puede ser el final de la carrera. Y si en algún momento llegas a esa meta siento decir que para mí no es ningún logro. A mí me parece un estancamiento. Si derepente llega un día y te das cuenta de que has alcanzado "tu estilo", lo que estarás diciendo es que tu evolución ha terminado. No hay nada más que desarrollar. Nada que aprender. 

Mi experiencia escuchando y leyendo lo que otros creativos tienen que decir sobre este tema es que el estilo no tiene tanto que ver con cómo creas tu trabajo. Tiene más relación con lo que los demás ven en él. Las personas que te están mirando van a identificar tu estilo incluso sin que tú mismo sepas que lo tienes. 

El punto al que quiero llegar es que necesitamos desentendernos ya de esa carga de "encontrar nuestro estilo" y ponernos a trabajar. 

Dice el diccionario de google:

Estilo: conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a un artista, una obra o un periodo artístico y le confieren una personalidad propia y reconocible

Si tomamos por buena esta definición, ¿de verdad hay alguna forma de encontrar ese estilo? ¿o será una consecuencia de nuestra manera de hacer las cosas? Yo me inclino más por lo segundo.

He recopilado algunos consejos del libro Roba como un artista de Austin Kleon que pueden ser de gran ayuda para desarrollar nuestro trabajo de forma consciente, pero sin obsesionarnos con esa búsqueda de estilo.

1. "Empieza por alguien que realmente te inspire: escritor, artista, activista, modelo a seguir. Estudia todo lo que hay que saber acerca de esa persona. Después, encuentra tres personas que inspiraron a tu objeto de estudio y averigua todo sobre ellas. Repite esto cuantas veces puedas".

Es importante fijarnos en cómo hacen las cosas los artistas que nos gustan. Saber en quienes se fijan ellos. Muchos artistas comparten el trabajo que les gusta de otras personas. También puedes fijarte en a quiénes siguen en redes sociales.

Eso sí, tan importante como esto es darnos cuenta de que no todo lo que te guste va a encajar contigo. Es muy sencillo de entender si hacemos una analogía: en el tema amoroso, ¿cuantas veces te ha gustado mucho alguien pero por cualquier motivo no era bueno para ti? A mí me ha pasado demasiadas veces. Pues con esto es lo mismo. Cuando yo mismo estaba en este proceso, fijándome en cómo dibujaban las personas que hacían trabajos que me gustaban, empecé a aplicar lo que veía. Estuve unos días dibujando los rasgos de las caras de una forma específica, pero al poco tiempo me dí cuenta de que no funcionaba para mí. Eran unos rasgos demasiado cartunizados y no me permitían transmitir el nivel de expresión que yo quería. Para mí esto era algo importante pero para el dibujante del que estaba aprendiendo no. Me gustaba su técnica pero para mí no funcionaba.

2. "Tu trabajo es recolectar buenas ideas. Mientras más buenas ideas colecciones, tendrás un espectro más amplio del cual puedes dejarte influir. [..] Donde sea que vayas, lleva siempre contigo un cuaderno y una pluma. Acostúmbrate a sacarlo y anotar todos tus pensamientos y observaciones. Copia de los libros tus pasajes favoritos. Documenta conversaciones ajenas. [...] Ten un archivo de robos".

Austin Kleon habla de "robar" no desde la idea de copiar. Lo que él dice es que si robas ideas de una misma persona, efectivamente estás plagiando. Pero si robas las ideas de muchas personas, las coleccionas y las combinas, estás creando algo nuevo. 

Obviamente en los tiempos que vivimos no es necesario tener un cuaderno físico para esto y cargar con él a todos lados. Todos tenemos un bloc de notas en el móvil. Me imagino que todos aquí hemos tenido ideas que pensabamos que eran brillantes y que jamás íbamos a olvidar y efectivamente hemos olvidado. Así que por favor, apúntalo todo.

¿Ves algo que valga la pena robar? Corre a ponerlo en tu archivo de robos? ¿Necesitas un poco de inspiración? Corre a revisar tu archivo de robos.

3. "El manifiesto es este: dibuja el arte que quieres ver, empieza el negocio que quieres administrar, toca la música que quieres oír, escribe los libros que quieres leer, crea los productos que quieres usar. Haz el trabajo que quieres que se haga".

Como ya hemos hablado, es importante aprender de las personas que te inspiran, pero una vez ya lo has hecho, lo importante es hacerte esta pregunta: ¿qué no han hecho todavía?. 

Algo que a mí me ha servido y me sigue sirviendo es plantearme otra pregunta: ¿que me gustaría ver a mí si fuese otra persona en mi misma situación? Eso es lo que tienes que crear.

Por ejemplo, el año pasado tuve unos meses en los que no conseguía conciliar el sueño más de tres horas o cuatro horas al día. Me recetaron unas pastillas para que me ayudaran a dormir y el resultado fue aún peor. Era capaz de dormir más de doce horas cada día y el resto del tiempo parecía un zombie. La alarma para ir a clase podía sonar 10 veces sin que yo me enterase y falté bastantes veces. Me sentía fatal, pero tampoco quería volver a no dormir así que seguí con las pastillas a ver si me estabilizaba o algo. Un día de estos me sente y dibujé a un chico como si simplemente pasara por la vida, sin fuerzas para nada (así me sentía). Alguien le preguntaba por las pastillas nuevas que estaba tomando y él contestaba: bien, supongo. 

Me hice la pregunta: ¿qué es lo que a alguien en mi misma situación le gustaría ver? Y era eso. Esa persona querría sentirse identificada. Entendida. Y así fue. Varias personas me escribieron por esa ilustración, algunos cosas más cortas y otros más largas pero todos escondían el mismo mensaje: te entiendo. Y yo también lo hacía.